Son muchos los aspectos que hay que considerar a la hora de valorar la salud mental. En este sentido puede ser interesante señalar y subrayar diferentes características a tener en cuenta en lo que respecta a lo que implica la existencia de salud mental. Entre ellas podemos encontrar las siguientes.
- No solo es ausencia de trastorno. Tal y como hemos ido viendo, cuando hablamos de salud mental no estamos hablando de la mera ausencia de trastornos o problemas mentales sino de un estado de bienestar general que permite un buen funcionamiento y participación en el mundo y una correcta relación para con uno mismo.
- Incluye cognición, emoción y conducta. A menudo cuando hablamos de salud mental solemos imaginar a alguien con algún tipo de problemática vinculada a la existencia de problemas cognitivos. Sin embargo, dentro de la salud mental también encontramos elementos emocionales y motivacionales e incluso conductuales: la salud mental no solo implica tener una forma de pensar concreta, sino también de sentir y hacer.
- Se va desarrollando a lo largo de la vida. El estado de salud mental de cada uno no aparece de la nada, sino que es producto de un largo proceso de desarrollo en el cual factores biológicos, ambientales y biográficos (las experiencias y aprendizajes que hacemos a lo largo de la vida) van a influir en gran medida. La vivencia de un estado de bienestar o de la falta de este puede variar en gran medida de una persona a otra, y dos personas diferentes o incluso una misma en dos momentos vitales distintos puede llegar a tener una consideración diferente respecto a su estado de salud mental.
- Influencia cultural. Tal y como ya hemos visto anteriormente, el concepto de salud mental puede ser complejo de definir de manera universal debido a que diferentes culturas tienen diferentes concepciones de lo que es o no es sano. Del mismo modo, se utiliza por lo general la comparación con el grupo de referencia para valorar el propio estado de salud mental: algo es considerado sano si se ajusta a lo que la sociedad considera como tal. Así, un mismo sujeto puede considerarse mentalmente sano en un contexto y no en otro. Por poner un ejemplo, en un país individualista se hará más énfasis en la autonomía y la autodeterminación mientras que en uno colectivista será considerado como más sano aquel que sea capaz de pensar más en el grupo o la comunidad. Otro ejemplo lo encontramos en el manejo y consideración de las emociones: algunas culturas o países tienden a buscar esconder o suprimir las negativas, mientras que otras buscan una mayor aceptación y validación de éstas.
- Salud mental como algo dinámico y trabajable. Al igual que ocurre con la salud física, el estado de salud mental puede variar a lo largo de la vida en base a los diferentes patógenos y vivencias que tengamos a lo largo de nuestra vida. En este sentido es posible trabajar por mejorar la salud mental: los problemas de salud mental puede tratarse y la situación de cada individuo puede llegar a mejorar en gran medida. Asimismo, podemos establecer estrategias y medidas que contribuyen a mejorar nuestro estado de salud mental y prevenir posibles problemas. Por otro lado, también es posible que ante determinadas situaciones una persona con un buen nivel de salud mental llegue a padecer algún tipo de problema o patología.
- Interrelación cuerpo-mente. Otra idea que es necesario tener en cuenta cuando hablamos de salud mental es el hecho de que no es posible entender por completo el funcionamiento de la mente sin el cuerpo o del cuerpo sin la mente.La presencia de enfermedades y alteraciones médicas supone un factor a tener en cuenta a la hora de explicar el estado de salud mental, y viceversa. Resulta fácilmente visible si pensamos en los efectos que pueden generar en nuestra psique enfermedades graves, crónicas o muy peligrosas: el estrés, miedo y sufrimiento que pueden conllevar problemas tan importantes como un cáncer, un infarto, una diabetes o una infección por VIH.En este sentido hay que tener en cuenta tanto la posible afectación de la enfermedad en el estado de salud mental (por ejemplo una intoxicación puede generar alteraciones mentales) como la que genera la percepción de enfermedad. Esto no quiere decir que no se pueda preservar la salud mental pese a tener una enfermedad, pero sí que puede suponer un hándicap o una dificultad para mantener un estado de bienestar mental.
me parece muy buenas las caracteristicas para cuidar la salud mental, y me gustaria saber ,
ResponderBorrar¿Es necesario consultar urgentemente a los profesionales de la salud mental?